martes, 31 de marzo de 2009

A LA MUSA DE LOS VIENTOS

La Razón de unos Sueños Escondidos
(Dedicado a la musa de los vientos)

Una vez en el cielo, la luna comentó a las estrellas una historia que estas pequeñas escucharon con mucha atención. Se juntaron en las faldas de la Luna y vivieron esta pequeña historia que fueron ellas mismas quienes inspiraron a nacer.

Existieron en esta tierra muchos poetas y cantores de verbos; todos ellos ahora descansan junto a un caracol de sueños que queda al final de un pequeño camino, hecho de un viejo arco iris y que en su trayecto se encuentra un pequeño arbolito que invita a los poetas a descansar en sus sombras para hacerlos soñar y escribir historias en sus hojas que crecen para hacernos vivir. Una vez escritas, es el viento quien se lleva las hojas y un rayo las hace diminutas partículas de vida que llegan a la tierra y hacen que las personas tengan sueños de vida, dulces y llenos de fantasía.

Pero hubo un poeta que subió hasta la cima de este árbol y vio el rostro del amor de los hombres; vio también a una musa, a la primera que nació de los vientos. Sus ojos, impresionados, susurraron entre ellos, que en sus manos tejerían muchos versos y una canción que sólo los ángeles podrían escuchar… Pero esta musa tenía en su vida a un amor que le hacía soñar… Muy tarde para darse cuenta de su existencia. Tantas veces vivió en frente suyo y sólo cuando danzaba para el viento la pudo conocer.

No le importó aquello y quiso acercarse y decirle que tuvo un sueño y que tenía lo suficiente para crear castillos en nubes y luchar contra dragones; y todo ello, sólo para cantarle y edificarle un hermoso palacio de versos. Pero algo lo detuvo. Vio su vida y estaba llena de detalles, no era el único que le diría su inspiración, ya le habían dedicado versos y canciones, y ya sus sentidos escucharon el eco del “amor”.

Pensó el poeta y vio que muchos iban hacia ella diciendo lo linda que era, siempre las mismas palabras y todos buscaban estar con ella mas no hacerla soñar.
El poeta sonrió pues nadie le ofreció ir a escuchar historias que contaba la luna, nadie le importó lo que la musa tenía escondido en sus sueños; sólo seguían su lindo rostro y su delicada silueta más nadie se preguntaba si ella descubría estrellas en el firmamento y si cree en los sueños y en canciones que te hacen vivir…

Así aman los hombres- Le dijo una estrella cansada; sólo quieren satisfacer el amor que siente el corazón de sus ojos; pero se olvidan que nosotros vivimos de los sueños del amor, de los que aman y se detienen a ver las estrellas a pedir deseos y de los que cantan a la luna y esperan el amanecer junto a un abrazo del amor.

El poeta escuchó cada palabra y dio tres pasos hasta la musa y le dijo que el sabía soñar y con ello le haría una historia de amor. La musa sonrió y le dijo gracias pero el poeta vio en sus ojos que delataban a uno más que venía con la misma canción.
Entendió esto el poeta y fue hacia la luna y le pidió un consejo, el cual, ésta le dijo que el camino hacia ella sólo era mostrarle un retazo de sueños, uno de vientos que le hicieran recordar que siempre será una musa y no una chica que muchos buscarán por ser bonita.
Entendió esto el poeta que fue hasta el pequeño arbolito y desde ahí le escribió sus historias, siempre la observó distante y preparó un detalle muy especial. Uno que abrirá su corazón y le permitirá soñar para siempre descubriendo que eso le ayudará a encontrar el amor.
El poeta supo que después de eso debía partir, su misión era repartir sueños perdidos y dar vida a las musas y no amar como hombre sino como espíritu que dio vida a cada sueño de amor…
Epilogo de un poeta errante…

¿Y que pasó?... preguntó la más pequeña de las estrellas- ¿Dónde esta la musa? ¿El poeta?... ¿conocieron el amor? ¿Qué paso con ellos?… - La luna le tomó entre su brazos y le mostró una parte de la vida y vio a una musa feliz… ella soñaba y se detenía a mirar las estrellas y a formar figuras en las nubes y luchó por sus sueños y vive feliz junto a los que ella quiso y dio su amor. – ¿Y dónde está el poeta? – preguntó ansiosa la pequeña estrellita- No mires ahí – le dijo la luna dándole un tierno beso- El poeta ya terminó su misión de entregarle a la musa el secreto de saber soñar y luchar para ser feliz… ¿Lo vez?... Está y siempre ha estado junto a nosotras en ese caminito del arco iris…míralo a cumplido sus sueños de ser poeta y ahora duerme debajo de aquel arbolito que le abriga pues mañana ira en busca de una nueva canción.

“La misión de los poetas en este mundo, no es enamorar a las musas sino cantarles y escribirles las historias que siente en su corazón”

(Escrita el 03 de febrero del 2008 a las tres de la tarde luego de mostrarle unos sueños a la musa de los vientos)

(Setil de Bargam)

1 comentario:

Anónimo dijo...

k hermoso es soñar...
sin k algunos detalles de la vida kieran destruir tus sueños.

cuando sabemos soñar nadie ni nada hara k lo olvides.

¿y la musa nose enamoro del poeta?